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Símbolos Budistas

¿Qué Practican los Budistas Zen?

De las muchas formas de practicar el budismo zen, quizás la más icónica sea zazen, que literalmente significa “zen sentado”, pero a menudo se lo denomina “meditación zen”. En zazen, los practicantes se sientan en un cojín en una postura formal con la espalda recta, los ojos entreabiertos y las piernas cruzadas sobre el muslo opuesto en lo que se llama la posición de loto completo. (Para aquellos que no pueden sentarse en posición de loto completo, los budistas zen recomiendan varias alternativas, incluida la meditación sentados en una silla).

Zazen a menudo se enseña como una práctica sin objetivos en la que no hay nada que lograr; “simplemente sentado” es en sí mismo una expresión de una mente ya despierta. Dogen, el fundador del siglo XIII de la escuela Soto de zen japonés, creía que una persona que practica zazen es, en ese momento, el mismo Buda, porque el mismo acto de sentarse manifiesta la mente iluminada que es lo que realmente somos.

Otros creen que el zen tiene un objetivo claro, el despertar, y que el esfuerzo directo es la única forma de alcanzarlo. En la escuela Rinzai de zen japonés, la práctica puede centrarse en responder koans. Los koans son preguntas o declaraciones enigmáticas o paradójicas sobre la realidad que no se pueden entender con la mente conceptual. Los estudiantes de Zen pueden involucrarse con estos enigmas como parte de un plan de estudios establecido que incluye koans tan conocidos como ¿Cuál es el sonido de una mano que aplaude? Guiado por un maestro, el practicante se mueve a través de etapas de realización. En última instancia, un koan se trata del practicante: el koan más grande es cómo vivir una vida completamente despierta.

Para muchas personas de las culturas de Asia oriental, el zen juega un papel especialmente importante para ayudar a las familias a expresar su continuo amor y respeto por sus antepasados: parientes fallecidos que están en el más allá esperando renacer. Muchos hogares en Japón tienen pequeños altares llamados butsudan con fotografías de familiares fallecidos, lápidas conmemorativas y ofrendas de flores, velas y alimentos. Cada mes de agosto, personas de todo Japón se dirigen a sus hogares para el Obon, el festival de los muertos, cuando se dice que los familiares fallecidos regresan del más allá para ese día. Obon no es una ocasión morbosa sino un momento de comunidad y celebración porque todos, según la enseñanza budista, alcanzarán la iluminación algún día.

El zen también se practica ampliamente a través de las artes. Tradiciones como la ceremonia del té, el ikebana (arreglo floral) y la caligrafía requieren concentración meditativa y son conocidas por inducir una especie de calma y cerrar la brecha percibida entre la experiencia interna y la realidad externa. En la ceremonia del té, los practicantes realizan movimientos precisos y ritualizados mientras “dan” belleza, orden y sustento a sus invitados; doblar una servilleta así es en beneficio de los demás primero y luego de uno mismo. Por esta razón, los practicantes del té suelen decir que “el té y el zen son uno”. Para la mayoría de los practicantes de Zen, todas las actividades, desde cantar hasta bañarse y cocinar, se consideran práctica Zen, sin que ninguna actividad en particular se eleve por encima de las demás.

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